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Frase del día

lunes, 29 de marzo de 2010

El tiempo que les dedicamos a nuestros hijos.

¿En que afecta la ausencia de los padres a los hijos?

Un niño le pregunta a su padre –papi, ¿cuanto tu ganas de salario?– el padre le dice –mi niño, eso es secreto de Estado, aun ni tu madre lo sabe.

En niño baja la cabeza y se pone triste, el padre al verlo en esas condiciones le pregunta– ¿y para que quieres saber cuanto gano?– el niño le dice, –es que estoy ahorrando– el padre sorprendido le pregunta– ¿para que estas ahorrando?, a lo que el niño responde –es que quiero comprarte un día de trabajo.

miércoles, 10 de marzo de 2010

Mirada hacia el sur / Aneudis Cuello T.

La Vida es un segundo


— ¿Qué hora es?— se pregunta mientras duerme a su pequeño de apenas 3 añitos de edad. Su reloj colgado a la pared marca las 6:30 pm.


Sobre su fiel mecedora de mimbre color marrón se balancea al compás de las suaves olas que vienen desde el sur acariciando las blancas arenas.


Su mirada se pierde en el infinito celestial, así como se pierde el sol al oeste.


El, tan inocente, tan tierno, a punto de ser vencido por el sueño, aun no comprende el porque al llegar las 6:30 de cada tarde se repite la misma escena día tras días.


¡Poca edad para entenderlo!, algún día lo sabrás, y será fiel testigo de aquella borrada sonrisa.


Con la vista puesta en los ojos de su tierna madre se pregunta— ¿que la hace sufrir?— sin esperar repuesta alguna la consuela con sus pequeñitas manos acariciándole las hermoseadas mejillas.


El, no sabe que… una tarde abril a las 6:30 pm, cuando por vez primera el abrió los ojos a este mundo que nos convierte a veces en personas infelices, ¡alguien!, se marcho sobre su bote hacia el sur en buscar del sustento.


Hoy se cumplen los 3 años de aquel día que a su madre le trajo tanta alegría, pero que también llenó de luto su corazón acarreando en ella tanto dolor.

Y aquel, que un día se fue por pesca, jamás ha regresado, ella aun lo espera cada tarde. Se sienta en su fiel mecedora de mimbre color marrón y en afonía suplica a las olas que le traigan de vuelta a su eterno amor, amor al que le ha sido fiel.


¡Así es!, cada tarde, ella se arregla y se retoca, cada tarde es el inicio de cada espera, espera que quizás solo la muerte pueda romper, porque cada día ella se levanta esperanzada.


Al caer la noche, ella y su niño dormido en brazos entran a casa, porque a las 60:30 de la tarde siguiente habrá, otra mirada hacia el sur.

El Calendario no importa /Aneudis Cuello T.

Días contados en una celda.

Me levanto al rayar el alba como cada día, y como siempre, veo el calendario que me suma un día más de estar aquí. Un día nada especial, para mi no hay feriados, ni fecha de cumpleaños. Todos los días en el calendario están de un mismo color gris.


Es que nada me importa, desde aquella tarde de sol radiante, cuando sentado en el parque una joven se tropezó con mis pies y cayo al suelo, quede pasmado por la belleza de esa fina escultura que caía, como cae una pluma al suelo.


—Perdón— le dije mientras trataba de ayudarla a levantarse, sin enojo y con dulzura me sonrió mostrando sus tiernos labios rojizos, vírgenes y deseosos de encontrar su primer beso. Mi nerviosismo se evidenció inmediatamente a sus negros ojos saltones.


—No te preocupes— fue lo único que escuche de esa joven en aquella tarde. Me quede mirándola como se mira al sol ocultase por el horizonte.


Todos los días, a la misma hora, me encontraba en el mismo banco, parecía que era de mi exclusivo uso, allí me encontraba con deseo de repetir aquel episodio que tanto me gustó. No me importaba si en otra repetida caída la bella durmiente se tropezara severamente, solo me importaba encontrarla.


Así repetía cada visita a aquel lugar que se tornada un hastío, pero no podía dejar pasar un día sin ir allí.


Una de esas tardes en la que el sol calienta el pavimento extremadamente, cansado de esperar poder ver esa imagen que casi olvido, decido abandonar la misión que me había puesto mi corazón y por vez primera camino hacia aquel horizonte donde vi perder aquella imagen, camino como aquel que está roto. Mi vaga mirada reflejaba en mi, ¡eso!, ´´un hombre roto´´.


Camino y ´´plazz´´ tropecé, y como una escultura que tiene sus brazos impedidos al movimiento caer al vacio, ¡así caí!, como una peña que es lanzada al río y salta tantas veces como pueda, todo el peso de mi cuerpo sobre mi rostro provocando en mi una densa niebla en mi visión a causa de una cantera de arena que yacían en mis ojos.


—Perdón— me dijo mientras trataba de ayudarme a levantar.


Sin decir nada quede emocionado, por aquella voz que trajo recuerdos en mi mente de aquel esperado episodio, ahora no podía ver su rostro, pero si oí su tierna voz, sentí esa delicada piel que una vez pude tocar.


—No te preocupes— le dije.


Aun tirado en el suelo y mis ojos cerrados me beso y dijo— desde aquel día, he venido cada día de mi vida a este lugar, pero tú ya no estaba—


Ese tierno beso fue interrumpido por el impacto de una bala que saliera de mí revolver calibre 38, dejando sobre mí un cuerpo sin vida que no dirá jamás ´´lo siento´´, o, ´´no te preocupes´´.


Así que todos los días me levanto al rayar el alba, y como siempre, veo el calendario que me suma un día más de estar aquí. Un día nada especial, para mi no hay feriados, ni fecha de cumpleaños y junto a los muros fríos y barrotes silenciosos que privan mi vida, cumpliré muchos años más.

IMPORTANTE

Queremos agradecer a todos aquellos que se sientan incómodos por que hayamos usado alguna imagen de su propiedad que nos lo hagan saber para así proceder retirarla. Las imágenes usadas es esta pagina: una parte son recursos que encontramos en la red y otras hechas por nosotros. Gracias.